Primera lectura (Eclesiástico 24:1-4, 16, 22-24)
1 La sabiduría hace su propio elogio, en medio de su pueblo, se gloría. 2 En la asamblea del Altísimo abre su boca, delante de su poder se gloría. 3 "Yo salí de la boca del Altísimo, y cubrí como niebla la tierra. 4 Yo levanté mi tienda en las alturas, y mi trono era una columna de nube. 16 Cual terebinto he alargado mis ramas, y mis ramas son ramas de gloria y de gracia. 22 Quien me obedece a mí, no queda avergonzado, los que en mí se ejercitan, no llegan a pecar." 23 Todo esto es el libro de la alianza del Dios Altísimo, la Ley que nos prescribió Moisés como herencia para las asambleas de Jacob.
- Palabra del Señor.
- Gracias a Dios.
Responsorio (Sal 80)
- Aclamad a Dios, nuestra fuerza
- Aclamad a Dios, nuestra fuerza
- Mi pueblo no escuchó mi voz, Israel no quiso obedecer: los entregué a su corazón obstinado, para que anduviesen según sus antojos.
-¡Ojalá me escuchase mi pueblo y caminase Israel por mi camino! En un momento humillaría a sus enemigos y volvería mi mano contra sus adversarios.
-Los que aborrecen al Señor te adularían, y su suerte quedaría fijada; te alimentaría con flor de harina, te saciaría con miel silvestre.
Segunda lectura (Gálatas 4:3-7)
3 De igual manera, también nosotros, cuando éramos menores de edad, vivíamos como esclavos bajo los elementos del mundo. 4 Pero, al llegar la plenitud de los tiempos, envió Dios a su Hijo, nacido de mujer, nacido bajo la ley, 5 para rescatar a los que se hallaban bajo la ley, y para que recibiéramos la filiación adoptiva. 6 La prueba de que sois hijos es que Dios ha enviado a nuestros corazones el Espíritu de su Hijo que clama: ¡Abbá, Padre! 7 De modo que ya no eres esclavo, sino hijo; y si hijo, también heredero por voluntad de Dios.
- Palabra del Señor.
- Gracias a Dios.
Anuncio del Evangelio (Lucas 1:26-33)
— El Señor esté con vosotros.
— Y con tu espíritu.
— Proclamación del Evangelio de Jesucristo + según San Lucas.
— Gloria a Ti, Señor.
26 Al sexto mes fue enviado por Dios el ángel Gabriel a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, 27 a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María. 28 Y entrando, le dijo: "Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo." 29 Ella se conturbó por estas palabras, y discurría qué significaría aquel saludo. 30 El ángel le dijo: "No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios; 31 vas a concebir en el seno y vas a dar a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Jesús. 32 El será grande y será llamado Hijo del Altísimo, y el Señor Dios le dará el trono de David, su padre; 33 reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su reino no tendrá fin."
— Palabra de la Salvación.
— Gloria a Ti, Señor.