Liturgia

3º Semana de Cuaresma | Jueves

Primera Lectura (Jeremías 7:23-28) 23 Lo que les mandé fue esto otro: «Escuchad mi voz y yo seré vuestro Dios y vosotros seréis mi pueblo, y seguiréis todo camino que yo os mandare, para que os vaya bien.» 24 Mas ellos no escucharon ni prestaron el oído, sino que procedieron en sus consejos según la pertinacia de su mal corazón, y se pusieron de espaldas, que no de cara; 25 desde la fecha en que salieron vuestros padres del país de Egipto hasta el día de hoy, os envié a todos mis siervos, los profetas, cada día puntualmente. 26 Pero no me escucharon ni aplicaron el oído, sino que atiesando la cerviz hicieron peor que sus padres. 27 Les dirás, pues, todas estas palabras, mas no te escucharán. Les llamarás y no te responderán. 28 Entonces les dirás: Esta es la nación que no ha escuchado la voz de Yahveh su Dios, ni ha querido aprender. Ha perecido la lealtad, ha desaparecido de su boca.

3º Semana de Cuaresma | Miércoles

Primera Lectura (Deuteronomio 4:1, 5-9) 1 Y ahora, Israel, escucha los preceptos y las normas que yo os enseño para que las pongáis en práctica, a fin de que viváis y entréis a tomar posesión de la tierra que os da Yahveh, Dios de vuestros padres. 5 Mira, como Yahveh mi Dios me ha mandado, yo os enseño preceptos y normas para que los pongáis en práctica en la tierra en la que vais a entrar para tomarla en posesión. 6 Guardadlos y practicadlos, porque ellos son vuestra sabiduría y vuestra inteligencia a los ojos de los pueblos que, cuando tengan noticia de todos estos preceptos, dirán: «Cierto que esta gran nación es un pueblo sabio e inteligente.» 7 Y, en efecto, ¿hay alguna nación tan grande que tenga los dioses tan cerca como lo está Yahveh nuestro Dios siempre que le invocamos? 8 Y ¿cuál es la gran nación cuyos preceptos y normas sean tan justos como toda esta Ley que yo os expongo hoy? 9 Pero ten cuidado y guárdate bien, no vayas o olvidarte de estas cosas que tus ojos han visto, ni dejes que se aparten de tu corazón en todos los días de tu vida; enséñaselas, por el contrario, a tus hijos y a los hijos de tus hijos.

3º Semana de Cuaresma | Martes

Primera Lectura (Daniel 3:25, 34-43) 25 Y Azarías, de pie en medio del fuego, tomó la palabra y oró así: 34 ¡Oh, no nos abandones para siempre, - por amor de tu nombre - no repudies tu alianza, 35 no nos retires tu misericordia, por Abraham tu amado, por Isaac tu siervo, por Israel tu santo, 36 a quienes tú prometiste multiplicar su linaje como las estrellas del cielo y como la arena de la orilla del mar! 37 Señor, que somos más pequeños que todas las naciones, que hoy estamos humillados en toda la tierra, por causa de nuestros pecados; 38 ya no hay, en esta hora, príncipe, profeta ni caudillo, holocausto, sacrificio, oblación ni incienso ni lugar donde ofrecerte las primicias, 39 y hallar gracia a tus ojos. Mas con alma contrita y espíritu humillado te seamos aceptos, como con holocaustos de carneros y toros, y con millares de corderos pingües; 40 tal sea hoy nuestro sacrificio ante ti, y te agrade que plenamente te sigamos, porque no hay confusión para los que en ti confian. 41 Y ahora te seguimos de todo corazón, te tememos y buscamos tu rostro. No nos dejes en la confusión, 42 trátanos conforme a tu bondad y según la abundancia de tu misericordia. 43 Líbranos según tus maravillas, y da, Señor, gloria a tu nombre.

3º Semana de Cuaresma | Lunes

Evangelho (Lc 4,24-30) — Jesus Cristo, sois bendito, sois o ungido de Deus Pai! — No Senhor ponho a minha esperança, espero em sua palavra. Pois no Senhor se encontra toda graça e copiosa redenção. (cf. Sl 129(130),5.7) — PROCLAMAÇÃO do Evangelho de Jesus Cristo + segundo Lucas. — Glória a vós, Senhor! Jesus, vindo a Nazaré, disse ao povo na sinagoga: 24“Em verdade eu vos digo que nenhum profeta é bem recebido em sua pátria. 25De fato, eu vos digo: no tempo do profeta Elias, quando não choveu durante três anos e seis meses e houve grande fome em toda a região, havia muitas viúvas em Israel. 26No entanto, a nenhuma delas foi enviado Elias, senão a uma viúva em Sarepta, na Sidônia. 27E no tempo do profeta Eliseu, havia muitos leprosos em Israel. Contudo, nenhum deles foi curado, mas sim Naamã, o sírio”. 28Quando ouviram estas palavras de Jesus, todos na sinagoga ficaram furiosos. 29Levantaram-se e o expulsaram da cidade. Levaram-no até o alto do monte sobre o qual a cidade estava construída, com a intenção de lançá-lo no precipício. 30Jesus, porém, passando pelo meio deles, continuou o seu caminho.

3º Domingo de Cuaresma

Anúncio do Evangelho (Jo 4,5-15.19b-26.39a.40-42) — Glória e louvor a vós, ó Cristo. — Na verdade, sois, Senhor, o Salvador do mundo. Senhor, dai-me água viva a fim de eu não ter sede! (cf. Jo 4,42.15)   — PROCLAMAÇÃO do Evangelho de Jesus Cristo + segundo João. — Glória a vós, Senhor! Naquele tempo, 5Jesus chegou a uma cidade da Samaria, chamada Sicar, perto do terreno que Jacó tinha dado ao seu filho José. 6Era aí que ficava o poço de Jacó. Cansado da viagem, Jesus sentou-se junto ao poço. Era por volta de meio-dia. 7Chegou uma mulher de Samaria para tirar água. Jesus lhe disse: “Dá-me de beber”. 8Os discípulos tinham ido à cidade para comprar alimentos. 9A mulher samaritana disse então a Jesus: “Como é que tu, sendo judeu, pedes de beber a mim, que sou uma mulher samaritana?” De fato, os judeus não se dão com os samaritanos. 10Respondeu-lhe Jesus: “Se tu conhecesses o dom de Deus e quem é que te pede: ‘Dá-me de beber’, tu mesma lhe pedirias a ele, e ele te daria água viva”. 11A mulher disse a Jesus: “Senhor, nem sequer tens balde e o poço é fundo. De onde vais tirar água viva? 12Por acaso, és maior que nosso pai Jacó, que nos deu o poço e que dele bebeu, como também seus filhos e seus animais?” 13Respondeu Jesus: “Todo aquele que bebe desta água terá sede de novo. 14Mas quem beber da água que eu lhe darei, esse nunca mais terá sede. E a água que eu lhe der se tornará nele uma fonte de água que jorra para a vida eterna”. 15A mulher disse a Jesus: “Senhor, dá-me dessa água, para que eu não tenha mais sede e nem tenha de vir aqui para tirá-la”. 19b“Senhor, vejo que és um profeta!” 20Os nossos pais adoraram neste monte, mas vós dizeis que em Jerusalém é que se deve adorar”. 21Disse-lhe Jesus: “Acredita-me, mulher: está chegando a hora em que nem neste monte, nem em Jerusalém adorareis o Pai. 22Vós adorais o que não conheceis. Nós adoramos o que conhecemos, pois a salvação vem dos judeus. 23Mas está chegando a hora, e é agora, em que os verdadeiros adoradores adorarão o Pai em espírito e verdade. De fato, estes são os adoradores que o Pai procura. 24Deus é espírito, e aqueles que o adoram devem adorá-lo em espírito e verdade”. 25A mulher disse a Jesus: “Sei que o Messias (que se chama Cristo) vai chegar. Quando ele vier, vai nos fazer conhecer todas as coisas”. 26Disse-lhe Jesus: “Sou eu, que estou falando contigo”. 39aMuitos samaritanos daquela cidade abraçaram a fé em Jesus. 40Por isso, os samaritanos vieram ao encontro de Jesus e pediram que permanecesse com eles. Jesus permaneceu aí dois dias. 41E muitos outros creram por causa da sua palavra. 42E disseram à mulher: “Já não cremos por causa das tuas palavras, pois nós mesmos ouvimos e sabemos que este é verdadeiramente o salvador do mundo”.

2º Semana de Cuaresma | Sábado

Primera Lectura (Miqueas 7:14-15, 18-20) 14 Apacienta tu pueblo con tu cayado, el rebaño de tu heredad, que mora solitario en la selva, en medio de un campo feraz Que pazcan en Basán y Galaad como en los días de antaño. 15 Como en los días de tu salida del país de Egipto, hazme ver prodigios. 18 ¿Qué Dios hay como tú, que quite la culpa y pase por alto el delito del Resto de tu heredad? No mantendrá su cólera por siempre pues se complace en el amor; 19 volverá a compadecerse de nosotros, pisoteará nuestras culpas. ¡Tú arrojarás al fondo del mar todos nuestros pecados! 20 Otorga fidelidad a Jacob amor a Abraham, como juraste a nuestros padres, desde los días de antaño.

2º Semana de Cuaresma | Viernes

Primera Lectura (Génesis 37:3-4, 12-13, 17-28) 3 Israel amaba a José más que a todos los demás hijos, por ser para él el hijo de la ancianidad. Le había hecho una túnica de manga larga. 4 Vieron sus hermanos cómo le prefería su padre a todos sus otros hijos, y le aborrecieron hasta el punto de no poder ni siquiera saludarle. 12 Fueron sus hermanos a apacentar las ovejas de su padre en Siquem, 13 y dijo Israel a José: «¿No están tus hermanos pastoreando en Siquem? Ve de mi parte a donde ellos.» Dijo: «Estoy listo.» 17 El hombre le dijo: «Partieron de aquí, pues yo les oí decir: "Vamos a Dotán."» José fue detrás de sus hermanos y los encontró en Dotán. 18 Ellos le vieron de lejos, y antes que se les acercara, conspiraron contra él para matarle, 19 y se decían mutuamente: «Por ahí viene el soñador. 20 Ahora, pues, venid, matémosle y echémosle en un pozo cualquiera, y diremos que algún animal feroz le devoró. Veremos entonces en qué paran sus sueños.» 21 Rubén lo oyó y le libró de sus manos. Dijo: «No atentemos contra su vida.» 22 Rubén les dijo: «No derraméis sangre. Echadle a ese pozo que hay en el páramo, pere no pongáis la mano sobre él.» Su intención era de salvarle de sus hermanos para devolverle a su padre. 23 Y ocurrió, que cuando llegó José donde sus hermanos, éstos despojaron a José de su túnica - aquella túnica de manga larga que llevaba puesta -, 24 y echándole mano le arrojaron al pozo. Aquel pozo estaba vacío, sin agua. 25 Luego se sentaron a comer. Y levantando los ojos divisaron una caravana de ismaelitas que venían de Galaad, con camellos cargados de almáciga, sandáraca y ládano, que iban bajando hacia Egipto. 26 Entonces dijo Judá a sus hermanos: «¿Qué aprovecha el que asesinemos a nuestro hermano y luego tapemos su sangre? 27 Venid vamos a venderle a los ismaelitas, pero no pongamos la mano en él, porque es nuestro hermano, carne nuestra.» Y sus hermanos asintieron. 28 Pasaron unos madianitas mercaderes, y descubriéndole subieron a José del pozo. Vendieron a José a los ismaelitas por veinte piezas de plata, y éstos se llevaron a José a Egipto.

2º Semana de Cuaresma | Jueves

Primera Lectura (Jeremías 17:5-10) 5 Así dice Yahveh: Maldito sea aquel que fía en hombre, y hace de la carne su apoyo, y de Yahveh se aparta en su corazón. 6 Pues es como el tamarisco en la Arabá, y no verá el bien cuando viniere. Vive en los sitios quemados del desierto, en saladar inhabitable. 7 Bendito sea aquel que fía en Yahveh, pues no defraudará Yahveh su confianza. 8 Es como árbol plantado a las orillas del agua, que a la orilla de la corriente echa sus raíces. No temerá cuando viene el calor, y estará su follaje frondoso; en año de sequía no se inquieta ni se retrae de dar fruto. 9 El corazón es lo más retorcido; no tiene arreglo: ¿quién lo conoce? 10 Yo, Yahveh, exploro el corazón, pruebo los riñones, para dar a cada cual según su camino, según el fruto de sus obras.

2º Semana de Cuaresma | Miércoles

Primera Lectura (Jeremías 18:18-20) 18 Entonces dijeron: «Venid y tramemos algo contra Jeremías, porque no va a faltarle la ley al sacerdote, el consejo al sabio, ni al profeta la palabra. Venid e hirámosle por su propia lengua: no estemos atentos a todas sus palabras.» 19 Estáte atento a mí, Yahveh, y oye lo que dicen mis contrincantes. 20 ¿Es que se paga mal por bien? (Porque han cavado una hoya para mi persona.) Recuerda cuando yo me ponía en tu presencia para hablar en bien de ellos, para apartar tu cólera de ellos.

2º Semana de Cuaresma | Martes

Primera Lectura (Isaías 1:10, 16-20) 10 Oíd una palabra de Yahveh, regidores de Sodoma. Escuchad una instrucción de nuestro Dios, pueblo de Gomorra. 16 lavaos, limpiaos, quitad vuestras fechorías de delante de mi vista, desistid de hacer el mal, 17 aprended a hacer el bien, buscad lo justo, dad sus derechos al oprimido, haced justicia al huérfano, abogad por la viuda. 18 Venid, pues, y disputemos - dice Yahveh -: Así fueren vuestros pecados como la grana, cual la nieve blanquearán. Y así fueren rojos como el carmesí, cual la lana quedarán. 19 Si aceptáis obedecer, lo bueno de la tierra comeréis. 20 Pero si rehusando os oponéis, por la espada seréis devorados, que ha hablado la boca de Yahveh.

2º Semana de Cuaresma | Lunes

Evangelho (Lc 6,36-38) — Glória a Cristo, palavra eterna do Pai, que é amor! — Senhor, tuas palavras são espírito, são vida; só tu tens palavras de vida eterna! (Jo 6,63c.68c) — PROCLAMAÇÃO do Evangelho de Jesus Cristo + segundo Lucas. — Glória a vós, Senhor. Naquele tempo, disse Jesus aos seus discípulos: 36“Sede misericordiosos, como também o vosso Pai é misericordioso. 37Não julgueis e não sereis julgados; não condeneis e não sereis condenados; perdoai, e sereis perdoados. 38Dai e vos será dado. Uma boa medida, calcada, sacudida, transbordante será colocada no vosso colo; porque com a mesma medida com que medirdes os outros, vós também sereis medidos”.