Primera lectura (Zacarías 2:14-17)
14 Grita de gozo y regocíjate, hija de Sión, pues he aquí que yo vengo a morar dentro de ti, oráculo de Yahveh. 15 Muchas naciones se unirán a Yahveh aquel día: serán para mí un pueblo, y yo moraré en medio de ti. Sabrás así que Yahveh Sebaot me ha enviado a ti. 16 Poseerá Yahveh a Judá, porción suya en la Tierra Santa, y elegirá de nuevo a Jerusalén. 17 ¡Silencio, toda carne, delante de Yahveh, porque él se despierta de su santa Morada!
- Palabra del Señor.
- Gracias a Dios.
Responsorio (Sal 143,1.2.9-10)
- ¡Bendito el Señor, mi alcázar!
- ¡Bendito el Señor, mi alcázar!
- Bendito el Señor, mi Roca, que adiestra mis manos para el combate, mis dedos para la pelea.
- Tus preceptos son mi delicia, tus enseñanzas son mis consejeros.
- Mi bienhechor, mi alcázar, baluarte donde me pongo a salvo, mi escudo y refugio, que me somete los pueblos.
- Dios mío, te cantaré un cántico nuevo, tocaré para ti el arpa de diez cuerdas: para ti que das la victoria a los reyes, y salvas a David, tu siervo, de la espada maligna.
Anuncio del Evangelio (Mateo 12:46-50)
— El Señor esté con vosotros.
— Y con tu espíritu.
— Proclamación del Evangelio de Jesucristo + según San Mateo.
— Gloria a Ti, Señor.
46 Todavía estaba hablando a la muchedumbre, cuando su madre y sus hermanos se presentaron fuera y trataban de hablar con él. 47 Alguien le dijo: ¡Oye! ahí fuera están tu madre y tus hermanos que desean hablarte. 48 Pero él respondió al que se lo decía: ¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos? 49 Y, extendiendo su mano hacia sus discípulos, dijo: Estos son mi madre y mis hermanos. 50 Pues todo el que cumpla la voluntad de mi Padre celestial, ése es mi hermano, mi hermana y mi madre.
— Palabra de la Salvación.
— Gloria a Ti, Señor.