Primera Lectura (Proverbios 31:10-13, 19-20, 30-31 )
10 Una mujer completa, ¿quién la encontrará? Es mucho más valiosa que las perlas.
11 En ella confía el corazón de su marido, y no será sin provecho. 12 Le produce el bien, no el mal, todos los días de su vida. 13 Se busca lana y lino y lo trabaja con manos diligentes.
19 Echa mano a la rueca, sus palmas toman el huso. 20 Alarga su palma al desvalido, y tiende sus manos al pobre.
30 Engañosa es la gracia, vana la hermosura, la mujer que teme a Yahveh, ésa será alabada. 31 Dadle del fruto de sus manos y que en las puertas la alaben sus obras.
- Palabra del Señor.
- Gracias a Dios.
Responsorio ( Sal 127, 1-5 )
- ¡Felices quien ama al Señor!
- ¡Felices quien ama al Señor!
- ¡Feliz el que teme al Señor y sigue sus caminos! Comerás del fruto de tu trabajo, serás feliz y todo te irá bien.
- Tu esposa será como una vid fecunda en el seno de tu hogar; tus hijos, como retoños de olivo alrededor de tu mesa.
- ¡Así será bendecido el hombre que teme al Señor! ¡Que el Señor te bendiga desde Sión todos los días de tu vida: que contemples la paz de Jerusalén!
Segunda Lectura (I Tesalonicenses 5:1-6)
1 En lo que se refiere al tiempo y al momento, hermanos, no tenéis necesidad que os escriba. 2 Vosotros mismos sabéis perfectamente que el Día del Señor ha de venir como un ladrón en la noche. 3 Cuando digan: «Paz y seguridad», entonces mismo, de repente, vendrá sobre ellos la ruina, como los dolores de parto a la que está encinta; y no escaparán.
4 Pero vosotros, hermanos, no vivís en la oscuridad, para que ese Día os sorprenda como ladrón, 5 pues todos vosotros sois hijos de la luz e hijos del día. Nosotros no somos de la noche ni de las tinieblas. 6 Así pues, no durmamos como los demás, sino velemos y seamos sobrios.
- Palabra del Señor.
- Gracias a Dios.
Anuncio del Evangelio (Mateo 25:14-30)
— El Señor esté con vosotros.
— Y con tu espíritu.
— Proclamación del Evangelio de Jesucristo + según San Mateo.
— Gloria a Ti, Señor.
14 «Es también como un hombre que, al ausentarse, llamó a sus siervos y les encomendó su hacienda: 15 a uno dio cinco talentos, a otro dos y a otro uno, a cada cual según su capacidad; y se ausentó.
16 Enseguida, el que había recibido cinco talentos se puso a negociar con ellos y ganó otros cinco.
17 Igualmente el que había recibido dos ganó otros dos.
18 En cambio el que había recibido uno se fue, cavó un hoyo en tierra y escondió el dinero de su señor.
19 Al cabo de mucho tiempo, vuelve el señor de aquellos siervos y ajusta cuentas con ellos.
20 Llegándose el que había recibido cinco talentos, presentó otros cinco, diciendo: "Señor, cinco talentos me entregaste; aquí tienes otros cinco que he ganado." 21 Su señor le dijo: "¡Bien, siervo bueno y fiel!; en lo poco has sido fiel, al frente de lo mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor."
22 Llegándose también el de los dos talentos dijo: "Señor, dos talentos me entregaste; aquí tienes otros dos que he ganado." 23 Su señor le dijo: "¡Bien, siervo bueno y fiel!; en lo poco has sido fiel, al frente de lo mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor."
24 Llegándose también el que había recibido un talento dijo: "Señor, sé que eres un hombre duro, que cosechas donde no sembraste y recoges donde no esparciste. 25 Por eso me dio miedo, y fui y escondí en tierra tu talento. Mira, aquí tienes lo que es tuyo."
26 Mas su señor le respondió: "Siervo malo y perezoso, sabías que yo cosecho donde no sembré y recojo donde no esparcí; 27 debías, pues, haber entregado mi dinero a los banqueros, y así, al volver yo, habría cobrado lo mío con los intereses.
28 Quitadle, por tanto, su talento y dádselo al que tiene los diez talentos. 29 Porque a todo el que tiene, se le dará y le sobrará; pero al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará. 30 Y a ese siervo inútil, echadle a las tinieblas de fuera. Allí será el llanto y el rechinar de dientes."
— Palabra de la Salvación.
— Gloria a Ti, Señor.
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