Primeira Lectura (II Pedro 1:2-7)
2 A vosotros, gracia y paz abundantes por el conocimiento de nuestro Señor. 3 Pues su divino poder nos ha concedido cuanto se refiere a la vida y a la piedad, mediante el conocimiento perfecto del que nos ha llamado por su propia gloria y virtud, 4 por medio de las cuales nos han sido concedidas las preciosas y sublimes promesas, para que por ellas os hicierais partícipes de la naturaleza divina, huyendo de la corrupción que hay en el mundo por la concupiscencia. 5 Por esta misma razón, poned el mayor empeño en añadir a vuestra fe la virtud, a la virtud el conocimiento, 6 al conocimiento la templanza, a la templanza la tenacidad, a la tenacidad la piedad, 7 a la piedad el amor fraterno, al amor fraterno la caridad.
- Palabra del Señor.
- Gracias a Dios.
Responsorio (Sal 90)
- Dios mío, confío en ti
- Dios mío, confío en ti
- Tú que habitas al amparo del Altísimo, que vives a la sombra del Omnipotente, di al Señor: «Refugio mío, alcázar mío, Dios mío, confío en ti.»
- «Se puso junto a mí: lo libraré; lo protegeré porque conoce mi nombre, me invocará y lo escucharé. Con él estaré en la tribulación.»
- «Lo defenderé, lo glorificaré, lo saciaré de largos días y le haré ver mi salvación.
Anuncio del Evangelio (Marcos 12:1-12)
— El Señor esté con vosotros.
— Y con tu espíritu.
— Proclamación del Evangelio de Jesucristo + según San Marcos.
— Gloria a Ti, Señor.
1 Y se puso a hablarles en parábolas: «Un hombre plantó una viña, la rodeó de una cerca, cavó un lagar y edificó una torre; la arrendó a unos labradores, y se ausentó. 2 Envió un siervo a los labradores a su debido tiempo para recibir de ellos una parte de los frutos de la viña. 3 Ellos le agarraron, le golpearon y le despacharon con las manos vacías. 4 De nuevo les envió a otro siervo; también a éste le descalabraron y le insultaron.
5 Y envió a otro y a éste le mataron; y también a otros muchos, hiriendo a unos, matando a otros. 6 Todavía le quedaba un hijo querido; les envió a éste, el último, diciendo: "A mi hijo le respetarán". 7 Pero aquellos labradores dijeron entre sí: "Este es el heredero. Vamos, matémosle, y será nuestra la herencia." 8 Le agarraron, le mataron y le echaron fuera de la viña.
9 ¿Qué hará el dueño de la viña? Vendrá y dará muerte a los labradores y entregará la viña a otros. 10 ¿No habéis leído esta Escritura: La piedra que los constructores desecharon, en piedra angular se ha convertido; 11 fue el Señor quien hizo esto y es maravilloso a nuestros ojos?» 12 Trataban de detenerle - pero tuvieron miedo a la gente - porque habían comprendido que la parábola la había dicho por ellos. Y dejándole, se fueron.
— Palabra de la Salvación.
— Gloria a Ti, Señor.
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