Primera Lectura (I Juan 3:11-21)
11 Pues este es el mensaje que habéis oído desde el principio: que nos amemos unos a otros. 12 No como Caín, que, siendo del Maligno, mató a su hermano. Y ¿por qué le mató? Porque sus obras eran malas, mientras que las de su hermano eran justas. 13 No os extrañéis, hermanos, si el mundo os aborrece. 14 Nosotros sabemos que hemos pasado de la muerte a la vida, porque amamos a los hermanos. Quien no ama permanece en la muerte. 15 Todo el que aborrece a su hermano es un asesino; y sabéis que ningún asesino tiene vida eterna permanente en él.
16 En esto hemos conocido lo que es amor: en que él dio su vida por nosotros. También nosotros debemos dar la vida por los hermanos. 17 Si alguno que posee bienes de la tierra, ve a su hermano padecer necesidad y le cierra su corazón, ¿cómo puede permanecer en él el amor de Dios? 18 Hijos míos, no amemos de palabra ni de boca, sino con obras y según la verdad. 19 En esto conoceremos que somos de la verdad, y tranquilizaremos nuestra conciencia ante Él, 20 en caso de que nos condene nuestra conciencia, pues Dios es mayor que nuestra conciencia y conoce todo. 21 Queridos, si la conciencia no nos condena, tenemos plena confianza ante Dios.
- Palabra del Señor.
- Gracias a Dios.
Responsorio (Sal 99, 1-5)
- ¡Aclame al Señor toda la tierra!
- ¡Aclame al Señor toda la tierra!
- Aclame al Señor toda la tierra, sirvan al Señor con alegría, lleguen hasta él con cantos jubilosos.
- Reconozcan que el Señor es Dios: él nos hizo y a él pertenecemos;
somos su pueblo y ovejas de su rebaño.
- Entren por sus puertas dando gracias, entren en sus atrios con himnos de alabanza,
alaben al Señor y bendigan su Nombre.
- ¡Qué bueno es el Señor! Su misericordia permanece para siempre, y su fidelidad por todas las generaciones.
Anuncio del Evangelio (Juan 1:43-51)
— El Señor esté con vosotros.
— Y con tu espíritu.
— Proclamación del Evangelio de Jesucristo + según San Juan.
— Gloria a Ti, Señor.
43 Al día siguiente, Jesús quiso partir para Galilea. Se encuentra con Felipe y le dice: «Sígueme.» 44 Felipe era de Bestsaida, de la ciudad de Andrés y Pedro. 45 Felipe se encuentra con Natanael y le dice: «Ese del que escribió Moisés en la Ley, y también los profetas, lo hemos encontrado: Jesús el hijo de José, el de Nazaret.» 46 Le respondió Natanael: «¿De Nazaret puede haber cosa buena?» Le dice Felipe: «Ven y lo verás.»
47 Vio Jesús que se acercaba Natanael y dijo de él: «Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño.»
48 Le dice Natanael: «¿De qué me conoces?» Le respondió Jesús: «Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi.» 49 Le respondió Natanael: «Rabbí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel.» 50 Jesús le contestó: «¿Por haberte dicho que te vi debajo de la higuera, crees? Has de ver cosas mayores.» 51 Y le añadió: «En verdad, en verdad os digo: veréis el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre.»
— Palabra de la Salvación.
— Gloria a Ti, Señor.
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