Primera lectura (Hebreos 5:7-9)
7 El cual, habiendo ofrecido en los días de su vida mortal ruegos y súplicas con poderoso clamor y lágrimas al que podía salvarle de la muerte, fue escuchado por su actitud reverente, 8 y aun siendo Hijo, con lo que padeció experimentó la obediencia; 9 y llegado a la perfección, se convirtió en causa de salvación eterna para todos los que le obedecen.
- Palabra del Señor.
- Gracias a Dios.
Responsorio (Sal 115,12-13.17-18)
— Te ofreceré, Señor, un sacrificio de alabanza
— Te ofreceré, Señor, un sacrificio de alabanza
— ¿Cómo pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho? Alzaré la copa de la salvación, invocando su nombre.
— Te ofreceré un sacrificio de alabanza, invocando tu nombre, Señor. Cumpliré al Señor mis votos
en presencia de todo el pueblo.
Evangelio (Juan 19:25-27)
— El Señor esté con vosotros.
— Y con tu espíritu.
— Proclamación del Evangelio de Jesucristo + según San Juan.
— Gloria a Ti, Señor.
25 Junto a la cruz de Jesús estaban su madre y la hermana de su madre, María, mujer de Clopás, y María Magdalena. 26 Jesús, viendo a su madre y junto a ella al discípulo a quien amaba, dice a su madre: «Mujer, ahí tienes a tu hijo.» 27 Luego dice al discípulo: «Ahí tienes a tu madre.» Y desde aquella hora el discípulo la acogió en su casa.
— Palabra de la Salvación.
— Gloria a Ti, Señor.
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