Primeira Lectura (Daniel 9:4-10)
4 Derramé mi oración a Yahveh mi Dios, y le hice esta confesión: «¡Ah, señor, Dios grande y temible, que guardas la Alianza y el amor a los que te aman y observan tus mandamientos.
5 Nosotros hemos pecado, hemos cometido iniquidad, hemos sido malos, no hemos rebelado y nos hemos apartado de tus mandamientos y de tus normas. 6 No hemos escuchado a tus siervos los profetas que en tu nombre hablaban a nuestros reyes, a nuestros príncipes, a nuestros padres, a todo el pueblo de la tierra.
7 A ti, Señor, la justicia, a nosotros la vergüenza en el rostro, como sucede en este día, a nosotros, a los hombres de Judá, a los habitantes de Jerusalén y a Israel entero, próximos y lejanos, en todos los países donde tú los dispersaste a causa de las infidelidades que cometieron contra ti.
8 Yahveh, a nosotros la vergüenza, a nuestros reyes, a nuestros príncipes, a nuestros padres, porque hemos pecado contra ti. 9 Al Señor Dios nuestro, la piedad y el perdón, porque nos hemos rebelado contra él, 10 y no hemos escuchado la voz de Yahveh nuestro Dios para seguir sus leyes, que él nos había dado por sus siervos los profetas.
- Palabra del Señor.
- Gracias a Dios.
Responsorio (Sal 78, 8-9. 11. 13 )
- ¡No nos trates según nuestros pecados, Señor!
- ¡No nos trates según nuestros pecados, Señor!
- No recuerdes para nuestro mal las culpas de otros tiempos; compadécete pronto de nosotros, porque estamos totalmente abatidos.
- Ayúdanos, Dios salvador nuestro, por el honor de tu Nombre; líbranos y perdona nuestros pecados, a causa de tu Nombre.
- Llegue hasta tu presencia el lamento de los cautivos, preserva con tu brazo poderoso a los que están condenados a muerte.
- Y nosotros, que somos tu pueblo y las ovejas de tu rebaño, te daremos gracias para siempre, y cantaremos tus alabanzas por todas las generaciones.
Anuncio del Evangelio (Lucas 6:36-38)
— El Señor esté con vosotros.
— Y con tu espíritu.
— Proclamación del Evangelio de Jesucristo + según San Lucas.
— Gloria a Ti, Señor.
36«Sed compasivos, como vuestro Padre es compasivo. 37 No juzguéis y no seréis juzgados, no condenéis y no seréis condenados; perdonad y seréis perdonados. 38 Dad y se os dará; una medida buena, apretada, remecida, rebosante pondrán en el halda de vuestros vestidos. Porque con la medida con que midáis se os medirá.»
— Palabra de la Salvación.
— Gloria a Ti, Señor.
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