Primera Lectura (Eclesiástico 50:22-24)
22 Y ahora bendecid al Dios del universo, el que por todas partes hace grandes cosas, el que exaltó nuestros días desde el seno materno, y que nos trata según su misericordia. 23 Que nos dé contento de corazón, y que haya paz en nuestros días en Israel por los siglos de los siglos. 24 Que su misericordia sea fiel con nosotros y en nuestros días nos rescate.
- Palabra del Señor.
- Gracias a Dios.
Responsorio (Sal 49, 1-2. 5-6. 14-15 )
- El que va por el buen camino verá al Señor.
- El que va por el buen camino verá al Señor.
- El Dios de los dioses, el Señor, habla para convocar a la tierra desde la salida del sol hasta el ocaso. El Señor resplandece desde Sión, que es el dechado de toda hermosura.
- «Reúnanme a mis amigos, a los que sellaron mi alianza con un sacrificio.» ¡Que el cielo proclame su justicia, porque el Señor es el único Juez!
- «Ofrece al Señor un sacrificio de alabanza y cumple tus votos al Altísimo; invócame en los momentos de peligro: yo te libraré, y tú me glorificarás.»
Segunda Lectura (I Corintios 1:3-9)
3 gracia a vosotros y paz de parte de Dios, Padre nuestro, y del Señor Jesucristo. 4 Doy gracias a Dios sin cesar por vosotros, a causa de la gracia de Dios que os ha sido otorgada en Cristo Jesús, 5 pues en él habéis sido enriquecidos en todo, en toda palabra y en todo conocimiento, 6 en la medida en que se ha consolidado entre vosotros el testimonio de Cristo. 7 Así, ya no os falta ningún don de gracia a los que esperáis la Revelación de nuestro Señor Jesucristo. 8 El os fortalecerá hasta el fin para que seáis irreprensibles en el Día de nuestro Señor Jesucristo. 9 Pues fiel es Dios, por quien habéis sido llamados a la comunión con su hijo Jesucristo, Señor nuestro.
- Palabra del Señor.
- Gracias a Dios.
Anuncio del Evangelio (Lucas 17:11-19)
— El Señor esté con vosotros.
— Y con tu espíritu.
— Proclamación del Evangelio de Jesucristo + según San Lucas.
— Gloria a Ti, Señor.
11 Y sucedió que, de camino a Jerusalén, pasaba por los confines entre Samaría y Galilea, 12 y, al entrar en un pueblo, salieron a su encuentro diez hombres leprosos, que se pararon a distancia 13 y, levantando la voz, dijeron: «¡Jesús, Maestro, ten compasión de nosotros!» 14 Al verlos, les dijo: «Id y presentaos a los sacerdotes.» Y sucedió que, mientras iban, quedaron limpios. 15 Uno de ellos, viéndose curado, se volvió glorificando a Dios en alta voz; 16 y postrándose rostro en tierra a los pies de Jesús, le daba gracias; y éste era un samaritano. 17 Tomó la palabra Jesús y dijo: «¿No quedaron limpios los diez? Los otros nueve, ¿dónde están? 18 ¿No ha habido quien volviera a dar gloria a Dios sino este extranjero?» 19 Y le dijo: «Levántate y vete; tu fe te ha salvado.»
— Palabra de la Salvación.
— Gloria a Ti, Señor.
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