Segunda Lectura (Zacarías 2:14-17)
14 Grita de gozo y regocíjate, hija de Sión, pues he aquí que yo vengo a morar dentro de ti, oráculo de Yahveh. 15 Muchas naciones se unirán a Yahveh aquel día: serán para mí un pueblo, y yo moraré en medio de ti. Sabrás así que Yahveh Sebaot me ha enviado a ti. 16 Poseerá Yahveh a Judá, porción suya en la Tierra Santa, y elegirá de nuevo a Jerusalén. 17 ¡Silencio, toda carne, delante de Yahveh, porque él se despierta de su santa Morada!
- Palabra del Señor.
- Gracias a Dios.
Responsorio (Sal 3, 2-8b )
- ¡Levántate, Señor, y sálvame!
- ¡Levántate, Señor, y sálvame!
- Señor, ¡qué numerosos son mis adversarios, cuántos los que se levantan contra mí! ¡Cuántos son los que dicen de mí: «Dios ya no quiere salvarlo»!
- Pero tú eres mi escudo protector y mi gloria, tú mantienes erguida mi cabeza. Invoco al Señor en alta voz, y él me responde desde su santa Montaña.
- Yo me acuesto y me duermo, y me despierto tranquilo porque el Señor me sostiene. No temo a la multitud innumerable, apostada contra mí por todas partes.
Anuncio del Evangelio (Mateo 12:46-50)
— El Señor esté con vosotros.
— Y con tu espíritu.
— Proclamación del Evangelio de Jesucristo + según San Mateo.
— Gloria a Ti, Señor.
46 Todavía estaba hablando a la muchedumbre, cuando su madre y sus hermanos se presentaron fuera y trataban de hablar con él. 47 Alguien le dijo: «¡Oye! ahí fuera están tu madre y tus hermanos que desean hablarte.» 48 Pero él respondió al que se lo decía: «¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos?» 49 Y, extendiendo su mano hacia sus discípulos, dijo: «Estos son mi madre y mis hermanos. 50 Pues todo el que cumpla la voluntad de mi Padre celestial, ése es mi hermano, mi hermana y mi madre.»
— Palabra de la Salvación.
— Gloria a Ti, Señor.
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