Primera Lectura (Zacarías 2:14-17)
14 Grita de gozo y alégrate, hija de Sión, porque vengo a habitar dentro de ti —oráculo del Señor—.
15 Aquel día seguirán al Señor muchas naciones y serán pueblo mío. Yo habitaré en medio de ti, y sabrás que el Señor de los ejércitos a ti me envió.
16 El Señor tomará posesión de Judá como su lote en tierra santa, y volverá a elegir a Jerusalén. 17 Que calle toda carne ante el Señor, que se alza de su santa morada».
- Palabra del Señor.
- Gracias a Dios.
O también
Primera Lectura (Apocalipsis 11:19; 12:1-6, 10)
11,19 Y se abrió el templo de Dios en el cielo y en el Templo apareció el arca de su alianza; y se produjeron relámpagos, fragor de truenos, un terremoto y un fuerte granizo. 12,1 Una gran señal apareció en el cielo: una mujer vestida de sol, la luna a sus pies, y sobre su cabeza una corona de doce estrellas. 2 Está encinta y grita al sufrir los dolores del parto y los tormentos de dar a luz. 3 Apareció entonces otra señal en el cielo: un gran dragón rojo, con siete cabezas y diez cuernos, y sobre sus cabezas siete diademas. 4 La cola arrastró una tercera parte de las estrellas del cielo y las arrojó a la tierra. El dragón se puso delante de la mujer, que iba a dar a luz, para devorar a su hijo en cuanto naciera. 5 Y dio a luz un hijo varón, el que va a regir a todas las naciones con cetro de hierro. Pero su hijo fue arrebatado hasta Dios y hasta su trono. 6 Entonces la mujer huyó al desierto, donde tiene un lugar preparado por Dios, para que allí la alimenten durante mil doscientos sesenta días. 10 Entonces oí en el cielo una fuerte voz que decía: «Ahora ha llegado la salvación, la fuerza, el Reino de nuestro Dios, y el poderío de su Cristo, porque ha sido arrojado el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba ante nuestro Dios día y noche.
- Palabra del Señor.
- Gracias a Dios.
Responsorio (Judit 13:18-19)
- Bendito sea Dios, que creó los cielos y la tierra
- Bendito sea Dios, que creó los cielos y la tierra
- Bendita seas tú de parte de Dios altísimo, hija, por encima de todas las mujeres de la tierra, y bendito sea Dios, que creó los cielos y la tierra, que te ha guiado para herir en la cabeza al príncipe de nuestros enemigos.
- Porque la esperanza que tú has tenido no se alejará del corazón de los hombres que se acuerden para siempre del poder de Dios.
Anuncio del Evangelio (Lucas 1:26-38)
— El Señor esté con vosotros.
— Y con tu espíritu.
— Proclamación del Evangelio de Jesucristo + según San Lucas.
— Gloria a Ti, Señor.
26 En el sexto mes fue enviado el ángel Gabriel de parte de Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, 27 a una virgen desposada con un varón de nombre José, de la casa de David. El nombre de la virgen era María.
28 Y entró donde ella estaba y le dijo: —Dios te salve, llena de gracia, el Señor es contigo.
29 Ella se turbó al oír estas palabras, y consideraba qué podía significar este saludo.
30 Y el ángel le dijo: —No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios: 31 concebirás en tu seno y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús.
32 Será grande y será llamado Hijo del Altísimo; el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, 33 reinará eternamente sobre la casa de Jacob y su Reino no tendrá fin.
34 María le dijo al ángel: —¿De qué modo se hará esto, pues no conozco varón?
35 Respondió el ángel y le dijo: —El Espíritu Santo descenderá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso, el que nacerá Santo será llamado Hijo de Dios.
36 Y ahí tienes a Isabel, tu pariente, que en su ancianidad ha concebido también un hijo, y la que llamaban estéril está ya en el sexto mes, 37 porque para Dios no hay nada imposible.
38 Dijo entonces María: —He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra. Y el ángel se retiró de su presencia.
— Palabra de la Salvación.
— Gloria a Ti, Señor.
O también
Anuncio del Evangelio (Lucas 1:39-47)
— El Señor esté con vosotros.
— Y con tu espíritu.
— Proclamación del Evangelio de Jesucristo + según San Lucas.
— Gloria a Ti, Señor.
39 Por aquellos días, María se levantó y marchó deprisa a la montaña, a una ciudad de Judá; 40 y entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel.
41 Y cuando oyó Isabel el saludo de María, el niño saltó en su seno, e Isabel quedó llena del Espíritu Santo; 42 y exclamando en voz alta, dijo: —Bendita tú entre las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre.
43 ¿De dónde a mí tanto bien, que venga la madre de mi Señor a visitarme?
44 Pues en cuanto llegó tu saludo a mis oídos, el niño saltó de gozo en mi seno; 45 y bienaventurada la que ha creído, porque se cumplirán las cosas que se le han dicho de parte del Señor.
46 María exclamó: —Engrandece mi alma al Señor, 47 y se alegra mi espíritu en Dios mi Salvador:
— Palabra de la Salvación.
— Gloria a Ti, Señor.
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