Liturgia

1º Semana del Adviento – Jueves

Primera lectura (Isaías 26:1-6) 1 Aquel día se cantará este cantar en tierra de Judá: «Ciudad fuerte tenemos; para protección se le han puesto murallas y antemuro. 2 Abrid las puertas, y entrará una gente justa que guarda fidelidad; 3 de ánimo firme y que conserva la paz, porque en ti confió. 4 Confiad en Yahveh por siempre jamás, porque en Yahveh tenéis una Roca eterna. 5 Porque él derroca a los habitantes de los altos, a la villa inacessible; la hace caer, la abaja hasta la tierra, la hace tocar el polvo; 6 la pisan pies, pies de pobres, pisadas de débiles.»

1º Semana del Adviento – Miércoles

Evangelio (Mateo 15:29-37) — El Señor esté con vosotros. — Y con tu espíritu. — Proclamación del Evangelio de Jesucristo + según San Mateo.  — Gloria a Ti, Señor. 29 Pasando de allí Jesús vino junto al mar de Galilea; subió al monte y se sentó allí. 30 Y se le acercó mucha gente trayendo consigo cojos, lisiados, ciegos, mudos y otros muchos; los pusieron a sus pies, y él los curó. 31 De suerte que la gente quedó maravillada al ver que los mudos hablaban, los lisiados quedaban curados, los cojos caminaban y los ciegos veían; y glorificaron al Dios de Israel. 32 Jesús llamó a sus discípulos y les dijo: «Siento compasión de la gente, porque hace ya tres días que permanecen conmigo y no tienen qué comer. Y no quiero despedirlos en ayunas, no sea que desfallezcan en el camino.» 33 Le dicen los discípulos: «¿Cómo hacernos en un desierto con pan suficiente para saciar a una multitud tan grande?» 34 Díceles Jesús: «¿Cuántos panes tenéis?» Ellos dijeron: «Siete, y unos pocos pececillos.» 35 El mandó a la gente acomodarse en el suelo. 36 Tomó luego los siete panes y los peces y, dando gracias, los partió e iba dándolos a los discípulos, y los discípulos a la gente. 37 Comieron todos y se saciaron, y de los trozos sobrantes recogieron siete espuertas llenas.

1º Semana del Adviento – Martes

Evangelho (Lc 10,21-24) — O Senhor esteja convosco. — Ele está no meio de nós. — Proclamação do Evangelho de Jesus Cristo + segundo Lucas. — Glória a vós, Senhor. 21Naquele momento Jesus exultou no Espírito Santo e disse: “Eu te louvo, Pai, Senhor do céu e da terra, porque escondeste essas coisas aos sábios e inteligentes, e as revelaste aos pequeninos. Sim, Pai, porque assim foi do teu agrado. 22Tudo me foi entregue pelo meu Pai. Ninguém conhece quem é o Filho, senão o Pai; ninguém conhece quem é o Pai, a não ser o Filho e aquele a quem o Filho o quiser revelar”. 23Jesus voltou-se para os discípulos e disse-lhes em particular: “Felizes os olhos que veem o que vós vedes! 24Pois eu vos digo que muitos profetas e reis quiseram ver o que estais vendo, e não puderam ver; quiseram ouvir o que estais ouvindo, e não puderam ouvir”.

1º Semana del Adviento – Lunes

Evangelho (Mt 8,5-11) — O Senhor esteja convosco. — Ele está no meio de nós. — Proclamação do Evangelho de Jesus Cristo + segundo Mateus. — Glória a vós, Senhor. Naquele tempo, 5quando Jesus entrou em Carfanaum, um oficial romano aproximou-se dele, suplicando: 6“Senhor, o meu empregado está de cama, lá em casa, sofrendo terrivelmente com uma paralisia”. 7Jesus respondeu: “Vou curá-lo”. 8O oficial disse: “Senhor, eu não sou digno de que entres em minha casa. Dize uma só palavra e o meu empregado ficará curado. 9Pois eu também sou subordinado e tenho soldados sob minhas ordens. E digo a um: ‘Vai!, e ele vai; e a outro: ‘Vem!, e ele vem; e digo a meu escravo: ‘Faze isto!, e ele o faz”. 10Quando ouviu isso, Jesus ficou admirado, e disse aos que o seguiam: “Em verdade, vos digo: nunca encontrei em Israel alguém que tivesse tanta fé. 11Eu vos digo: muitos virão do Oriente e do Ocidente, e se sentarão à mesa no Reino dos Céus, junto com Abraão, Isaac e Jacó”.

1º Domingo de Adviento

Evangelio (Lucas 21:25-28, 34-36) — El Señor esté con vosotros. — Y con tu espíritu. — Proclamación del Evangelio de Jesucristo + según San Lucas.  — Gloria a Ti, Señor. 25 «Habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas; y en la tierra, angustia de las gentes, perplejas por el estruendo del mar y de las olas, 26 muriéndose los hombres de terror y de ansiedad por las cosas que vendrán sobre el mundo; porque las fuerzas de los cielos serán sacudidas. 27 Y entonces verán venir al Hijo del hombre en una nube con gran poder y gloria. 28 Cuando empiecen a suceder estas cosas, cobrad ánimo y levantad la cabeza porque se acerca vuestra liberación.» 34 «Guardaos de que no se hagan pesados vuestros corazones por el libertinaje, por la embriaguez y por las preocupacines de la vida, y venga aquel Día de improviso sobre vosotros, 35 como un lazo; porque vendrá sobre todos los que habitan toda la faz de la tierra. 36 Estad en vela, pues, orando en todo tiempo para que tengáis fuerza y escapéis a todo lo que está para venir, y podáis estar en pie delante del Hijo del hombre.» [cn-embed id='8848']reflexion_dominical_-_02/12/2018[/cn-embed]

34º Semana del Tiempo Común – Sábado

Primera lectura (Apocalipsis 22:1-7) 1 Luego me mostró el río de agua de Vida, brillante como el cristal, que brotaba del trono de Dios y del Cordero. 2 En medio de la plaza, a una y otra margen del río, hay árboles de Vida, que dan fruto doce veces, una vez cada mes; y sus hojas sirven de medicina para los gentiles. 3 Y no habrá ya maldición alguna; el trono de Dios y del Cordero estará en la ciudad y los siervos de Dios le darán culto. 4 Verán su rostro y llevarán su nombre en la frente. 5 Noche ya no habrá; no tienen necesidad de luz de lámpara ni de luz del sol, porque el Señor Dios los alumbrará y reinarán por los siglos de los siglos. 6 Luego me dijo: «Estas palabras son ciertas y verdaderas; el Señor Dios, que inspira a los profetas, ha enviado a su Angel para manifestar a sus siervos lo que ha de suceder pronto. 7 Mira, vengo pronto. Dichoso el que guarde las palabras proféticas de este libro.»

34º Semana del Tiempo Común – Viernes

Primera lectura (Romanos 10:9-18) 9 Porque, si confiesas con tu boca que Jesús es Señor y crees en tu corazón que Dios le resucitó de entre los muertos, serás salvo. 10 Pues con el corazón se cree para conseguir la justicia, y con la boca se confiesa para conseguir la salvación. 11 Porque dice la Escritura: Todo el que crea en él no será confundido. 12 Que no hay distinción entre judío y griego, pues uno mismo es el Señor de todos, rico para todos los que le invocan. 13 Pues todo el que invoque el nombre del Señor se salvará. 14 Pero ¿cómo invocarán a aquel en quien no han creído? ¿Cómo creerán en aquel a quien no han oído? ¿Cómo oirán sin que se les predique? 15 Y ¿cómo predicarán si no son enviados? Como dice la Escritura: ¡Cuán hermosos los pies de los que anuncian el bien! 16 Pero no todos obedecieron a la Buena Nueva. Porque Isaías dice: ¡Señor!, ¿quién ha creído a nuestra predicación? 17 Por tanto, la fe viene de la predicación, y la predicación, por la Palabra de Cristo. 18 Y pregunto yo: ¿Es que no han oído? ¡Cierto que sí! Por toda la tierra se ha difundido su voz y hasta los confines de la tierra sus palabras.

34º Semana del Tiempo Común – Jueves

Primera lectura (Eclesiástico 44:1, 10-15) 1 Hagamos ya el elogio de los hombres ilustres, de nuestros padres según su sucesión.10 Mas de otro modo estos hombres de bien, cuyas acciones justas no han quedado en olvido. 11 Con su linaje permanece una rica herencia, su posteridad. 12 En las alianzas se mantuvo su linaje, y sus hijos gracias a ellos. 13 Para siempre permanece su linaje, y su gloria no se borrará. 14 Sus cuerpos fueron sepultados en paz, y su nombre vive por generaciones. 15 Su sabiduría comentarán los pueblos, su elogio lo publicará la asamblea.

34º Semana del Tiempo Común – Miércoles

Evangelio (Lucas 21:12-19) — El Señor esté con vosotros. — Y con tu espíritu. — Proclamación del Evangelio de Jesucristo + según San Lucas.  — Gloria a Ti, Señor. 12 «Pero, antes de todo esto, os echarán mano y os perseguirán, entregándoos a las sinagogas y cárceles y llevándoos ante reyes y gobernadores por mi nombre; 13 esto os sucederá para que deis testimonio. 14 Proponed, pues, en vuestro corazón no preparar la defensa, 15 porque yo os daré una elocuencia y una sabiduría a la que no podrán resistir ni contradecir todos vuestros adversarios. 16 Seréis entregados por padres, hermanos, parientes y amigos, y matarán a algunos de vosotros, 17 y seréis odiados de todos por causa de mi nombre. 18 Pero no perecerá ni un cabello de vuestra cabeza. 19 Con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas.

34º Semana del Tiempo Común – Martes

Primera lectura (Apocalipsis 14:14-19) 14 Y seguí viendo. Había una nube blanca, y sobre la nube sentado uno como Hijo de hombre , que llevaba en la cabeza una corona de oro y en la mano una hoz afilada. 15 Luego salió del Santuario otro Angel gritando con fuerte voz al que estaba sentado en la nube: «Mete tu hoz y siega, porque ha llegado la hora de segar; la mies de la tierra está madura.» 16 Y el que estaba sentado en la nube metió su hoz en la tierra y se quedó segada la tierra. 17 Otro Angel salió entonces del Santuario que hay en el cielo; tenía también una hoz afilada. 18 Y salió del altar otro Angel, el que tiene poder sobre el fuego, y gritó con fuerte voz al que tenía la hoz afilada: «Mete tu hoz afilada y vendimia los racimos de la viña de la tierra, porque están en sazón sus uvas.» 19 El Angel metió su hoz en la tierra y vendimió la viña de la tierra y lo echó todo en el gran lagar del furor de Dios.

34º Semana del Tiempo Común – Lunes

Primera lectura (Apocalipsis 14:1-5) 1 Seguí mirando, y había un Cordero, que estaba en pie sobre el monte Sión, y con él 144.000, que llevaban escrito en la frente el nombre del Cordero y el nombre de su Padre. 2 Y oí un ruido que venía del cielo, como el ruido de grandes aguas o el fragor de un gran trueno; y el ruido que oía era como de citaristas que tocaran sus cítaras. 3 Cantan un cántico nuevo delante del trono y delante de los cuatro Vivientes y de los Ancianos. Y nadie podía aprender el cántico, fuera de los 144.000 rescatados de la tierra. 4 Estos son los que no se mancharon con mujeres, pues son vírgenes. Estos siguen al Cordero a dondequiera que vaya, y han sido rescatados de entre los hombres como primicias para Dios y para el Cordero, 5 y en su boca no se encontró mentira: no tienen tacha.