Liturgia

8ª Semana del Tiempo Común | Jueves - Año B

Primeira Lectura (I Pedro 2:2-5, 9-12) 2 Como niños recién nacidos, desead la leche espiritual pura, a fin de que, por ella, crezcáis para la salvación, 3 si es que habéis gustado que el Señor es bueno. 4 Acercándoos a él, piedra viva, desechada por los hombres, pero elegida, preciosa ante Dios, 5 también vosotros, cual piedras vivas, entrad en la construcción de un edificio espiritual, para un sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales, aceptos a Dios por mediación de Jesucristo. 9 Pero vosotros sois linaje elegido, sacerdocio real, nación santa, pueblo adquirido, para anunciar las alabanzas de Aquel que os ha llamado de las tinieblas a su admirable luz 10 vosotros que en un tiempo no erais pueblo y que ahora sois el Pueblo de Dios, de los que antes no se tuvo compasión, pero ahora son compadecidos. 11 Queridos, os exhorto a que, como extranjeros y forasteros, os abstengáis de las apetencias carnales que combaten contra el alma. 12 Tened en medio de los gentiles una conducta ejemplar a fin de que, en lo mismo que os calumnian como malhechores, a la vista de vuestras buenas obras den gloria a Dios en el día de la Visita.

8ª Semana del Tiempo Común | Miércoles - Año B

Evangelho (Mc 10,32-45) — Aleluia, Aleluia, Aleluia. — Veio o Filho do Homem, a fim de servir e dar sua vida em resgate por muitos. (cf. Mc 10,45) — PROCLAMAÇÃO do Evangelho de Jesus Cristo + segundo Marcos. — Glória a vós, Senhor. Naquele tempo, 32 os discípulos estavam a caminho, subindo para Jerusalém. Jesus ia na frente. Os discípulos estavam espantados, e aqueles que iam atrás estavam com medo. Jesus chamou de novo os Doze à parte e começou a dizer-lhes o que estava para acontecer com ele: 33 "Eis que estamos subindo para Jerusalém, e o Filho do Homem vai ser entregue aos sumos sacerdotes e aos doutores da Lei. Eles o condenarão à morte e o entregarão aos pagãos. 34 Vão zombar dele, cuspir nele, vão torturá-lo e matá-lo. E depois de três dias ele ressuscitará". 35 Tiago e João, filhos de Zebedeu, foram a Jesus e lhe disseram: "Mestre, queremos que faças por nós o que vamos pedir". 36 Ele perguntou: "O que quereis que eu vos faça?" 37 Eles responderam: "Deixa-nos sentar um à tua direita e outro à tua esquerda, quando estiveres na tua glória!" 38 Jesus então lhes disse: "Vós não sabeis o que pedis. Por acaso podeis beber o cálice que eu vou beber? Podeis ser batizados com o batismo com que vou ser batizado?" 39 Eles responderam: "Podemos". E ele lhes disse: "Vós bebereis o cálice que eu devo beber, e sereis batizados com o batismo com que eu devo ser batizado. 40 Mas não depende de mim conceder o lugar à minha direita ou à minha esquerda. É para aqueles a quem foi reservado". 41 Quando os outros dez discípulos ouviram isso, indignaram-se com Tiago e João. 42 Jesus os chamou e disse: "Vós sabeis que os chefes das nações as oprimem e os grandes as tiranizam. 43 Mas, entre vós, não deve ser assim: quem quiser ser grande, seja vosso servo; 44 e quem quiser ser o primeiro, seja o escravo de todos. 45 Porque o Filho do Homem não veio para ser servido, mas para servir e dar a sua vida como resgate para muitos".

8ª Semana del Tiempo Común | Martes - Año B

Primeira Lectura (I Pedro 1:10-16) 10 Sobre esta salvación investigaron e indagaron los profetas, que profetizaron sobre la gracia destinada a vosotros, 11 procurando descubrir a qué tiempo y a qué circunstancias se refería el Espíritu de Cristo, que estaba en ellos, cuando les predecía los sufrimientos destinados a Cristo y las glorias que les seguirían. 12 Les fue revelado que no administraban en beneficio propio sino en favor vuestro este mensaje que ahora os anuncian quienes os predican el Evangelio, en el Espíritu Santo enviado desde el cielo; mensaje que los ángeles ansían contemplar. 13 Por lo tanto, ceñíos los lomos de vuestro espíritu, sed sobrios, poned toda vuestra esperanza en la gracia que se os procurará mediante la Revelación de Jesucristo. 14 Como hijos obedientes, no os amoldéis a las apetencias de antes, del tiempo de vuestra ignorancia, 15 más bien, así como el que os ha llamado es santo, así también vosotros sed santos en toda vuestra conducta, 16 como dice la Escritura: Seréis santos, porque santo soy yo.

8ª Semana del Tiempo Común | Lunes - Año B

Evangelho (Marcos 10,17-27) — Aleluia, Aleluia, Aleluia. — Jesus Cristo, Senhor nosso, embora sendo rico, para nós se tornou pobre, a fim de enriquecer-nos mediante sua pobreza. (2Cor 8,9) — PROCLAMAÇÃO do Evangelho de Jesus Cristo + segundo Marcos.  — Glória a vós, Senhor.
Naquele tempo, 17 quando Jesus saiu a caminhar, veio alguém correndo, ajoelhou-se diante dele, e perguntou: "Bom Mestre, que devo fazer para ganhar a vida eterna?" 18 Jesus disse: "Por que me chamas de bom? Só Deus é bom, e mais ninguém. 19 Tu conheces os mandamentos: não matarás; não cometerás adultério; não roubarás; não levantarás falso testemunho; não prejudicarás ninguém; honra teu pai e tua mãe!"
 
20 Ele respondeu: "Mestre, tudo isso tenho observado desde a minha juventude". 21 Jesus olhou para ele com amor, e disse: "Só uma coisa te falta: vai, vende tudo o que tens e dá aos pobres, e terás um tesouro no céu. Depois vem e segue-me!" 22 Mas quando ele ouviu isso, ficou abatido e foi embora cheio de tristeza, porque era muito rico.
 
23 Jesus então olhou ao redor e disse aos discípulos: "Como é difícil para os ricos  entrar no Reino de Deus!"24 Os discípulos se admiravam com estas palavras, mas ele disse de novo: "Meus filhos, como é difícil  entrar no Reino de Deus! 25 É mais fácil um camelo passar pelo buraco de uma agulha do que um rico entrar no Reino de Deus!"
 
26 Eles ficaram muito espantados ao ouvirem isso, e perguntavam uns aos outros: "Então, quem pode ser salvo?" 27 Jesus olhou para eles e disse: "Para os homens isso é impossível, mas não para Deus. Para Deus tudo é possível".
 

Santísima Trinidad - Solemnidad | Domingo

Primeira Lectura (Deuteronomio 4:32-34, 39-40) 32 Pregunta, pregunta a los tiempos antiguos, que te han precedido desde el día en que Dios creó al hombre sobre la tierra: ¿Hubo jamás desde un extremo a otro del cielo palabra tan grande como ésta? ¿Se oyó semejante? 33 ¿Hay algún pueblo que haya oído como tú has oído la voz del Dios vivo hablando de en medio del fuego, y haya sobrevivido? 34 ¿Algún dios intentó jamás venir a buscarse una nación de en medio de otra nación por medio de pruebas, señales, prodigios y guerra, con mano fuerte y tenso brazo, por grandes terrores, como todo lo que Yahveh vuestro Dios hizo con vosotros, a vuestros mismos ojos, en Egipto? 39 Reconoce, pues, hoy y medita en tu corazón que Yahveh es el único Dios allá arriba en el cielo, y aquí abajo en la tierra; no hay otro. 40 Guarda los preceptos y los mandamientos que yo te prescribo hoy, para que seas feliz, tú y tus hijos después de ti, y prolongues tus días en el suelo que Yahveh tu Dios te da para siempre.

7ª Semana del Tiempo Común | Sábado - Año B

Primeira Lectura (Santiago 5:13-20) 13 ¿Sufre alguno entre vosotros? Que ore. ¿Está alguno alegre? Que cante salmos. 14 ¿Está enfermo alguno entre vosotros? Llame a los presbíteros de la Iglesia, que oren sobre él y le unjan con óleo en el nombre del Señor. 15 Y la oración de la fe salvará al enfermo, y el Señor hará que se levante, y si hubiera cometido pecados, le serán perdonados. 16 Confesaos, pues, mutuamente vuestros pecados y orad los unos por los otros, para que seáis curados. La oración ferviente del justo tiene mucho poder. 17 Elías era un hombre de igual condición que nosotros; oró insistentemente para que no lloviese, y no llovió sobre la tierra durante tres años y seis meses. 18 Después oró de nuevo y el cielo dio lluvia y la tierra produjo su fruto. 19 Si alguno de vosotros, hermanos míos, se desvía de la verdad y otro le convierte, 20 sepa que el que convierte a un pecador de su camino desviado, salvará su alma de la muerte y cubrirá multitud de pecados.

7ª Semana del Tiempo Común | Viernes - Año B

Primeira Lectura (Santiago 5,9-12) No os quejéis, hermanos, unos de otros, para no ser condenados. Mirad que el juez está ya a la puerta. Tomad, hermanos, como ejemplo de sufrimiento y de paciencia a los profetas, que hablaron en nombre del Señor. Llamamos dichosos a los que tuvieron constancia. Habéis oído ponderar la paciencia de Job y conocéis el fin que le otorgó el Señor. Porque el Señor es compasivo y misericordioso. Pero ante todo, hermanos míos, no juréis ni por el cielo ni por la, tierra, ni pronunciéis ningún otro juramento; vuestro sí sea un sí y vuestro no un no, para no exponeros a ser juzgados.

7ª Semana del Tiempo Común | Jueves - Año B

Primeira Lectura (Santiago 5:1-6) 1 Ahora bien, vosotros, ricos, llorad y dad alaridos por las desgracias que están para caer sobre vosotros. 2 Vuestra riqueza está podrida y vuestros vestidos están apolillados; 3 vuestro oro y vuestra plata están tomados de herrumbre y su herrumbre será testimonio contra vosotros y devorará vuestras carnes como fuego. Habéis acumulado riquezas en estos días que son los últimos. 4 Mirad; el salario que no habéis pagado a los obreros que segaron vuestros campos está gritando; y los gritos de los segadores han llegado a los oídos del Señor de los ejércitos. 5 Habéis vivido sobre la tierra regaladamente y os habéis entregado a los placeres; habéis hartado vuestros corazones en el día de la matanza. 6 Condenasteis y matasteis al justo; él no os resiste.

7ª Semana del Tiempo Común | Miércoles - Año B

Primeira Lectura (Santiago 4:13-17) 13 Ahora bien, vosotros los que decís: «Hoy o mañana iremos a tal ciudad, pasaremos allí el año, negociaremos y ganaremos»; 14 vosotros que no sabéis qué será de vuestra vida el día de mañana... ¡Sois vapor que aparece un momento y después desaparece! 15 En lugar de decir: «Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello». 16 Pero ahora os jactáis en vuestra fanfarronería. Toda jactancia de este tipo es mala. 17 Aquel, pues, que sabe hacer el bien y no lo hace, comete pecado.

7ª Semana del Tiempo Común | Martes - Año B

Primeira Lectura (Santiago 4:1-10) 1 ¿De dónde proceden las guerras y las contiendas entre vosotros? ¿No es de vuestras pasiones que luchan en vuestros miembros? 2 ¿Codiciáis y no poseéis? Matáis. ¿Envidiáis y no podéis conseguir? Combatís y hacéis la guerra. No tenéis porque no pedís. 3 Pedís y no recibís porque pedís mal, con la intención de malgastarlo en vuestras pasiones. 4 ¡Adúlteros!, ¿no sabéis que la amistad con el mundo es enemistad con Dios? Cualquiera, pues, que desee ser amigo del mundo se constituye en enemigo de Dios. 5 ¿Pensáis que la Escritura dice en vano: Tiene deseos ardientes el espíritu que él ha hecho habitar en nosotros? 6 Más aún, da una gracia mayor; por eso dice: Dios resiste a los soberbios y da su gracia a los humildes. 7 Someteos, pues, a Dios; resistid al Diablo y él huirá de vosotros. 8 Acercaos a Dios y él se acercará a vosotros. Purificaos, pecadores, las manos; limpiad los corazones, hombres irresolutos. 9 Lamentad vuestra miseria, entristeceos y llorad. Que vuestra risa se cambie en llanto y vuestra alegría en tristeza. 10 Humillaos ante el Señor y él os ensalzará.

Santísima Virgen María, Madre de la Iglesia | Lunes

Primeira Lectura (Génesis 3:9-15, 20) 9 Yahveh Dios llamó al hombre y le dijo: «¿Dónde estás?» 10 Este contestó: «Te oí andar por el jardín y tuve miedo, porque estoy desnudo; por eso me escondí.» 11 El replicó: «¿Quién te ha hecho ver que estabas desnudo? ¿Has comido acaso del árbol del que te prohibí comer?» 12 Dijo el hombre: «La mujer que me diste por compañera me dio del árbol y comí.» 13 Dijo, pues, Yahveh Dios a la mujer: «¿Por qué lo has hecho?» Y contestó la mujer: «La serpiente me sedujo, y comí.» 14 Entonces Yahveh Dios dijo a la serpiente: «Por haber hecho esto, maldita seas entre todas las bestias y entre todos los animales del campo. Sobre tu vientre caminarás, y polvo comerás todos los días de tu vida. 15 Enemistad pondré entre ti y la mujer, y entre tu linaje y su linaje: él te pisará la cabeza mientras acechas tú su calcañar.» 20 El hombre llamó a su mujer «Eva», por ser ella la madre de todos los vivientes. o también: Primeira Lectura (Hechos 1:12-14) 12 Entonces se volvieron a Jerusalén desde el monte llamado de los Olivos, que dista poco de Jerusalén, el espacio de un camino sabático. 13 Y cuando llegaron subieron a la estancia superior, donde vivían, Pedro, Juan, Santiago y Andrés; Felipe y Tomás; Bartolomé y Mateo; Santiago de Alfeo, Simón el Zelotes y Judas de Santiago. 14 Todos ellos perseveraban en la oración, con un mismo espíritu en compañía de algunas mujeres, de María, la madre de Jesús, y de sus hermanos.