Liturgia

14ª Semana do Tempo Comum | Segunda-feira

Anuncio del Evangelio (Mateo 9:18-26) — El Señor esté con vosotros. — Y con tu espíritu. — Proclamación del Evangelio de Jesucristo + según San Mateo.  — Gloria a Ti, Señor. 18 Así les estaba hablando, cuando se acercó un magistrado y se postró ante él diciendo: Mi hija acaba de morir, pero ven, impón tu mano sobre ella y vivirá. 19 Jesús se levantó y le siguió junto con sus discípulos. 20 En esto, una mujer que padecía flujo de sangre desde hacía doce años se acercó por detrás y tocó la orla de su manto. 21 Pues se decía para sí: Con sólo tocar su manto, me salvaré. 22 Jesús se volvió, y al verla le dijo: ¡Animo!, hija, tu fe te ha salvado. Y se salvó la mujer desde aquel momento. 23 Al llegar Jesús a casa del magistrado y ver a los flautistas y la gente alborotando, 24 decía: ¡Retiraos! La muchacha no ha muerto; está dormida. Y se burlaban de él. 25 Mas, echada fuera la gente, entró él, la tomó de la mano, y la muchacha se levantó. 26 Y la noticia del suceso se divulgó por toda aquella comarca.

14º Domingo do Tempo Comum

Anuncio del Evangelio (Mateo 11:25-30) — El Señor esté con vosotros. — Y con tu espíritu. — Proclamación del Evangelio de Jesucristo + según San Mateo.  — Gloria a Ti, Señor. 25 En aquel tiempo, tomando Jesús la palabra, dijo: Yo te bendigo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a sabios e inteligentes, y se las has revelado a pequeños. 26 Sí, Padre, pues tal ha sido tu beneplácito. 27 Todo me ha sido entregado por mi Padre, y nadie conoce bien al Hijo sino el Padre, ni al Padre le conoce bien nadie sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar. 28 Venid a mí todos los que estáis fatigados y sobrecargados, y yo os daré descanso. 29 Tomad sobre vosotros mi yugo, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas. 30 Porque mi yugo es suave y mi carga ligera.

13ª Semana do Tempo Comum | Sábado

Anuncio del Evangelio (Mateo 9:14-17) — El Señor esté con vosotros. — Y con tu espíritu. — Proclamación del Evangelio de Jesucristo + según San Mateo.  — Gloria a Ti, Señor. 14 Entonces se le acercan los discípulos de Juan y le dicen: ¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos, y tus discípulos no ayunan? 15 Jesús les dijo: Pueden acaso los invitados a la boda ponerse tristes mientras el novio está con ellos? Días vendrán en que les será arrebatado el novio; entonces ayunarán. 16 Nadie echa un remiendo de paño sin tundir en un vestido viejo, porque lo añadido tira del vestido, y se produce un desgarrón peor. 17 Ni tampoco se echa vino nuevo en pellejos viejos; pues de otro modo, los pellejos revientan, el vino se derrama, y los pellejos se echan a perder; sino que el vino nuevo se echa en pellejos nuevos, y así ambos se conservan.

13ª Semana do Tempo Comum | Sexta-feira

Anuncio del Evangelio (Juan 20:24-29) — El Señor esté con vosotros. — Y con tu espíritu. — Proclamación del Evangelio de Jesucristo + según San Juan.  — Gloria a Ti, Señor. 24 Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús. Los otros discípulos le decían: Hemos visto al Señor. 25 Pero él les contestó: Si no veo en sus manos la señal de los clavos y no meto mi dedo en el agujero de los clavos y no meto mi mano en su costado, no creeré. 26 Ocho días después, estaban otra vez sus discípulos dentro y Tomás con ellos. Se presentó Jesús en medio estando las puertas cerradas, y dijo: La paz con vosotros. 27 Luego dice a Tomás: Acerca aquí tu dedo y mira mis manos; trae tu mano y métela en mi costado, y no seas incrédulo sino creyente. 28 Tomás le contestó: Señor mío y Dios mío. 29 Dícele Jesús: Porque me has visto has creído. Dichosos los que no han visto y han creído.

13ª Semana do Tempo Comum | Quinta-feira

Primeira Leitura (Am 7,10-17) Leitura da Profecia de Amós. Naqueles dias, 10Amasias, sacerdote de Betel, mandou dizer a Jeroboão, rei de Israel: “Amós conspira contra ti, dentro da própria casa de Israel; o país não consegue evitar que se espalhem todas as suas palavras. 11Ele anda dizendo: ‘Jeroboão morrerá pela espada, e Israel será deportado de sua pátria, como escravo’”. 12Disse depois Amasias a Amós: “Vidente, sai e procura refúgio em Judá, onde possas ganhar teu pão e exercer a profecia; 13mas em Betel não deverás insistir em profetizar, porque aí fica o santuário do rei e a corte do reino”. 14Respondeu Amós a Amasias, dizendo: “Não sou profeta nem sou filho de profeta; sou pastor de gado e cultivo sicômoros. 15O Senhor chamou-me, quando eu tangia o rebanho, e o Senhor me disse: ‘Vai profetizar para Israel, meu povo’. 16E agora ouve a Palavra do Senhor. Tu dizes: ‘Não profetizes contra Israel e não insinues palavras contra a casa de Isaac’. 17Pois bem, isto diz o Senhor: ‘Tua mulher se prostituirá na cidade, teus filhos e filhas morrerão pela espada, tuas terras serão tomadas e loteadas; tu mesmo morrerás em terra poluída, e Israel será levado em cativeiro para longe de seu país’”.

13ª Semana do Tempo Comum | Quarta-feira

Anuncio del Evangelio (Mateo 8:28-34) — El Señor esté con vosotros. — Y con tu espíritu. — Proclamación del Evangelio de Jesucristo + según San Mateo.  — Gloria a Ti, Señor. 28 Al llegar a la otra orilla, a la región de los gadarenos, vinieron a su encuentro dos endemoniados que salían de los sepulcros, y tan furiosos que nadie era capaz de pasar por aquel camino. 29 Y se pusieron a gritar: ¿Qué tenemos nosotros contigo, Hijo de Dios? ¿Has venido aquí para atormentarnos antes de tiempo? 30 Había allí a cierta distancia una gran piara de puercos paciendo. 31 Y le suplicaban los demonios: Si nos echas, mándanos a esa piara de puercos. 32 El les dijo: Id. Saliendo ellos, se fueron a los puercos, y de pronto toda la piara se arrojó al mar precipicio abajo, y perecieron en las aguas. 33 Los porqueros huyeron, y al llegar a la ciudad lo contaron todo y también lo de los endemoniados. 34 Y he aquí que toda la ciudad salió al encuentro de Jesús y, en viéndole, le rogaron que se retirase de su término.

13ª Semana do Tempo Comum | Terça-feira

Salmo Responsorial (Sl 5) — Na vossa justiça, guiai-me, Senhor! — Na vossa justiça, guiai-me, Senhor! — Não sois um Deus a quem agrade a iniquidade, não pode o mau morar convosco; nem os ímpios poderão permanecer perante os vossos olhos. — Detestais o que pratica a iniquidade e destruís o mentiroso. Ó Senhor, abominais o sanguinário, o perverso e enganador. — Eu, porém, por vossa graça generosa, posso entrar em vossa casa. E, voltado reverente ao vosso templo, com respeito vos adoro.

13ª Semana do Tempo Comum | Segunda-feira

Anuncio del Evangelio (Mateo 16:13-19) — El Señor esté con vosotros. — Y con tu espíritu. — Proclamación del Evangelio de Jesucristo + según San Mateo.  — Gloria a Ti, Señor. 13 Llegado Jesús a la región de Cesarea de Filipo, hizo esta pregunta a sus discípulos: ¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del hombre? 14 Ellos dijeron: Unos, que Juan el Bautista; otros, que Elías, otros, que Jeremías o uno de los profetas. 15 Díceles él: Y vosotros ¿quién decís que soy yo? 16 Simón Pedro contestó: Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo. 17 Replicando Jesús le dijo: Bienaventurado eres Simón, hijo de Jonás, porque no te ha revelado esto la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los cielos. 18 Y yo a mi vez te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella. 19 A ti te daré las llaves del Reino de los Cielos; y lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos.

Solenidade dos Apóstolos Pedro e Paulo | Domingo

Anuncio del Evangelio (Mateo 10:37-42) — El Señor esté con vosotros. — Y con tu espíritu. — Proclamación del Evangelio de Jesucristo + según San Mateo.  — Gloria a Ti, Señor. 37 El que ama a su padre o a su madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a su hijo o a su hija más que a mí, no es digno de mí. 38 El que no toma su cruz y me sigue detrás no es digno de mí. 39 El que encuentre su vida, la perderá; y el que pierda su vida por mí, la encontrará. 40 Quien a vosotros recibe, a mí me recibe, y quien me recibe a mí, recibe a Aquel que me ha enviado. 41 Quien reciba a un profeta por ser profeta, recompensa de profeta recibirá, y quien reciba a un justo por ser justo, recompensa de justo recibirá. 42 Y todo aquel que dé de beber tan sólo un vaso de agua fresca a uno de estos pequeños, por ser discípulo, os aseguro que no perderá su recompensa.

12ª Semana do Tempo Comum | Sábado

Primeira Leitura (Lm 2,2.10-14.18-19) Leitura do Livro das Lamentações. 2O Senhor destruiu sem piedade todos os campos de Jacó; em sua ira deitou abaixo as fortificações da cidade de Judá; lançou por terra, aviltou a realeza e seus príncipes. 10Sentados no chão, em silêncio, os anciãos da cidade de Sião espalharam cinza na cabeça, vestiram-se de saco; as jovens de Jerusalém inclinaram a cabeça para o chão. 11Meus olhos estão machucados de lágrimas, fervem minhas entranhas; derrama-se por terra o meu fel diante da arruinada cidade de meu povo, vendo desfalecerem tantas crianças pelas ruas da cidade. 12Elas pedem às mães: “O trigo e o vinho, onde estão?” E vão caindo como derrubadas pela morte nas ruas da cidade, até expirarem no colo das mães. 13Com quem te posso comparar, ou a quem te posso assemelhar, ó cidade de Jerusalém? A quem te igualarei, para te consolar, ó cidade de Sião? Grande como o mar é tua aflição; quem poderá curar-te? 14Teus profetas te fizeram ver imagens falsas e insensatas, não puseram a descoberto a tua malícia, para tentar mudar a tua sorte; ao contrário, deram-te oráculos mentirosos e atraentes. 18Grite o teu coração ao Senhor, em favor dos muros da cidade de Sião; deixa correr uma torrente de lágrimas, de dia e de noite. Não te concedas repouso, não cessem de chorar as pupilas de teus olhos. 19Levanta-te, chora na calada da noite, no início das vigílias, derrama o teu coração, como água, diante do Senhor; ergue as mãos para ele, pela vida de teus pequeninos, que desfalecem de fome em todas as encruzilhadas.

12ª Semana do Tempo Comum | Sexta-feira

Salmo Responsorial (Sl 136) — Que se prenda a minha língua ao céu da boca, se de ti Jerusalém, eu me esquecer! — Que se prenda a minha língua ao céu da boca, se de ti Jerusalém, eu me esquecer! — Junto aos rios da Babilônia nos sentávamos chorando, com saudades de Sião. Nos salgueiros por ali penduramos nossas harpas. — Pois foi lá que os opressores nos pediram nossos cânticos; nossos guardas exigiam alegria na tristeza: “Cantai hoje para nós algum canto de Sião!” — Como havemos de cantar os cantares do Senhor numa terra estrangeira? Se de ti, Jerusalém, algum dia eu me esquecer, que resseque a minha mão! — Que se cole a minha língua e se prenda ao céu da boca, se de ti não me lembrar! Se não for Jerusalém minha grande alegria!